El Evangelio
El apocrifismo nos confunde
El Evangelio según Tom Waits es exactamente eso y, a la vez, todo lo contrario. En este juego de puestas en abismo apócrifas, de falsos testigos de dudosos milagros, dos músicos han tenido una revelación y, enrolados en su misión divina, se han rociado de whisky, sangre y otras cosas que salpican en las canciones de Tom Waits, y han creado este delicioso monstruo.
Vendemos confusión porque creemos en lo que está pasando cuando subimos al escenario. Hablamos de fe, pasión y rabia, de traiciones, de falsas esperanzas y de magia. De saltar a la comba y de submarinos japoneses, y todo ello tiene que ver con todos nosotros. Y con algo que nunca se agota y que nos mantiene vivos: la comunión. La comunión de cada noche, cada show, cada breath you take (uy, que nos desviamos del tema…).
Este espectáculo necesita instrucciones de uso y tiene contraindicaciones. Este espectáculo tiene más de un final, y un comienzo oculto al que mira con los ojos abiertos. Es un misterio. Y una revelación, y un musicón, y una deconstrucción, y muchas cosas más… Todo eso. Y lo contrario.
Los evangelistas
“Toda pasión tiene un mantra, un canto interior que no se puede dejar de cantar… Una revelación y una condena”
Tom Waits